Desde el alba, Salo recorre el Mercado de Barracas eligiendo las mejores flores, siempre con una palabra amable a productores y floristas.
Su rol como innovadora en materia de workshops y una alta presencia en las redes han hecho de la diseñadora venezolana una referente en materia de diseño y negocio de las flores en Argentina.
Tierra Floral: ¿Cómo llegaste a este mundo de las flores? casualidad o decisión?
Salomé González: Fue circunstancial y no muy romántica que se diga. Venía desempeñando mi carrera en hotelería pero tenía un profundo deseo de emprender mi propio negocio a través de algo creativo. Tras una caída de la ocupación hotelera, (casualmente producto de un virus en el 2009), tuvimos que prescindir del servicio de flores para el hotel donde trabajaba y empecé a ocuparme de esta tarea, rápidamente se convirtió en mi momento preferido de la semana, me enamoré de las flores y vi la posibilidad de convertirlo en un negocio que satisficiera mi necesidad creativa. No dudé un segundo, empecé a investigar , practicar y a los meses emprendí.
TF: ¿Te identificas con alguna escuela o corriente de diseño actual? ¿Dos floristas que te den vuelta la cabeza?
SG: Me identifico mucho con la florería y diseño inglés. Antes de Instagram encontrar información e inspiración no era tan sencillo y sin haber conocido ni profundizado antes en alguna corriente, resultó que mi estilo iba por las formas orgánicas y de jardín propia de los ingleses.
"Hay muchísimos floristas que me gustan no solo por su trabajo, sino que ahora tenemos la oportunidad de conocer su personalidad e identificarnos con sus historias emprendedoras, admiro a todo aquel se haya empeñado en hacer de esto un estilo de vida y un negocio rentable."
TF: ¿Cómo definirías la “aproximación a las flores” de los floristas argentinos en comparación con otros países de Latinoamérica?
SG: Cuando empecé la mayoría de los floristas del mercado habían heredado el oficio de sus padres y abuelos, otros venían trabajando como ayudantes en alguna florería.
Hoy día se da mucho la aproximación al mundo de las flores de manera informal y experimental, que tiene mucho que ver con una necesidad personal. Por suerte, poco a poco hay más interés en formarse y tomar una postura más profesional frente a esta actividad.
"Hay algo que puede ser positivo o no desde el punto de vista que se mire y se trata de lo accesible que es el Mercado de flores para cualquier persona pertenezca o no al rubro. Esto otorga un terreno abierto, pero no necesariamente fértil para la profesionalización del gremio y el fortalecimiento económico de la actividad."
En especial cuando en las redes sociales se está posicionando a los oficios dentro de los cuales está la florería como una forma “cool” de llevar la vida, cosa muy positiva para dar más visibilidad a la actividad floral, pero como todo lo que se muestra en social media no necesariamente es representativo de la realidad y de las carencias medulares del rubro que sí tienen que ver con el desarrollo y robustecimiento de la florería. Poco a poco más gente se está atreviendo a hablar sobre estas cosas.
TF: ¿Qué postura adoptas ante los cambios suscitados en Europa y Estados Unidos en relación a la sustentabilidad del negocio floral?
SG: En Latinoamérica estamos a años luz de estos avances en la vida cotidiana y porconsiguiente en la florería. Es un cambio de paradigma y algunas veces es un lujo mantener consistentemente prácticas alineadas con la sustentabilidad, porque conllevan costos encubiertos altísimos que muchos floristas en Buenos Aires no podemos sostener. Esta conversación siempre nos lleva a la calle sin salida de ¿para qué separar residuos si después de va a mezclar todo? o ¿por qué no usar esponja floral si estoy usando montones de precintos plásticos? Sin embargo, para mi hacer algo, por poco que parezca, es mucho mejor que no hacer nada, los cambios se dan progresivamente y si lo hacemos con convicción se irán dando naturalmente. Es importante alentar a emplear buenas prácticas al alcance de cada quien independientemente de lo que suceda alrededor.
"Separar residuos, realizar compras conscientes, elegir proveedores responsables, cuidar el agua, elegir productos de estación y mecánicas con materiales reutilizables son cosas que sí están en nuestras manos."
TF: ¿Cuál es a tu juicio el camino que transita el mercado de la floricultura en nuestro país?
SG: No estoy en contacto con los floricultores de todo el país, pero lo que veo en el mercado local y de manera muy personal es que ponen sus esfuerzos en sobrevivir y mantener un negocio cuyos ingresos no llegan a guardar relación con el riesgo y el trabajo que conlleva. Esto podría mejorar teniendo una demanda responsable compuesta por floristas con negocios rentables que puedan garantizar a largo plazo volúmenes de compra sostenidos, que exija calidad y nuevas variedades. Mientras estas condiciones no cambien los floricultores no podrán arriesgarse a más.
TF: Tu papel como docente con una propuesta muy clara y sistemática es muy reconocida. ¿A qué atribuyes este interés por “aprender sobre flores” en los últimos años en el mundo?
SG: Las redes sociales han volcado la vista al “lifestyling” y nos muestran fotos hermosas donde ser florista es un estilo de vida posible.
"Este ha sido el mejor marketing para la industria de la florería, sumado a que hay un cambio de paradigma mundial sobre el trabajo en relación de dependencia lo que ha despertado el interés en aprender un oficio para liberarse de un estilo de vida aburrido y rutinario."
Además es una actividad al alcance de la mano, aparentemente no se requiere de capacidad instalada ni grandes inversiones.
En el mundo de las flores todos son bienvenidos y me alegra que cada día más personas se sumen, a lo que si invito es a hacerlo de manera responsable.
TF: ¿Cuál es tu rol en la escuela de capacitadores de eventos School of Styling?
SG: School of Styling es un emprendimiento de Leticia Arienti, fue su idea invitar a distintos emprendedores del rubro para generar contenido y experiencias de aprendizaje relacionadas con el mercado de eventos. Desde hace más de siete años compartimos los mismos valores, la forma de trabajar y la idea de satisfacer la necesidad de profesionalizar el rubro.
TF: La respuesta que todos queremos escuchar: ¿Se puede vivir como florista en la Argentina?
SG: Hasta el momento con muchísimo esfuerzo lo he logrado, ha sido nadar contra la corriente, aprender a decir NO, conocerme y ser fiel a mi misma.
"No es un negocio millonario y creo que no lo será porque no deja de ser un trabajo artesanal. "
Pero si los floristas nos organizamos, invertimos en nuestra capacitación, dejamos de encubrir costos, somos responsables con nuestros presupuestos y dejamos de regalar nuestras horas de trabajo, muchos floristas van a poder lograr mantener sus negocios, crear propuestas únicas, perfilar un estilo propio, crecer con sus emprendimientos y generar esa sinergia que tanto necesitamos.
Popurrí:
¿Si no hubieras sido florista serias?
Food Stylist o dueña de un petit hotel (con jardín).
¿Una celebración que te guste decorar con flores?
Ceremonias al aire libre
¿Una flor?
Cualquiera que sea de estación.
¿Un libro o una película?
Difícil, pero me gusta lo que me despegue de la realidad aparente. Por ejemplo Amelie es como una insignia para mi, la música, la trama simple, el color y la magia.
¿Una anécdota para recordar?
Las veces que han venido floristas amigas a la salvación en el rush de un evento.
Algo indispensable para ser florista es saber pedir ayuda.
TF: Las dificultades que está viviendo el sector floricultor a causa de la crisis sanitaria nos llaman a no permanecer indiferentes. ¿Qué mensaje te gustaría hacer llegar como diseñadora floral en estos tiempos de cuarentena?
SG: Para mi es un llamado a la sustentabildiad, a vernos como parte de un todo, a incorporar el concepto de interdependencia en todo lo que hacemos.
Gracias Salo!
CONTACTO SALOMÉ:
Instagram: @salogonzalez.ar
E-mail: infosalogonzalez@gmail.com
Comments